miércoles, 23 de marzo de 2011

Emerge una bestia: Kevin Love.


Tim Duncan está a punto de cumplir 35 años, Pau Gasol está en los 30, Kevin Garnett va hacia los 35, Shaquille O'Neal acaba de cumplir 39, Dirk Nowitzki cumplirá 33... Algunos de los hombres interiores que han sido importantes en los últimos años están cerca de retirarse. En este caso podemos estar tranquilos, porque a Pau es, de todos estos, al que más cuerda le queda en la NBA. Siempre y cuando el físico se lo permita.
Howard, Bynum, Griffin, Bosh... esos son los nombres que nos vienen a la cabeza cuando se habla de 'relevo generacional', pero si hay un jugador que ha superado las expectativas tremendamente esta temporada es Kevin Love, un jugador 'blanquito', interior, que en Minnessota lo hacía bien pero era la tercera opción por detrás de Jefferson y Milicic. Pero este año el 42 de los Timberwolves no es que haya dado un paso adelante con la marcha de Jefferson. Ha dado mil pasos, se ha confirmado como la referencia absoluta de los de Rambis en la zona y, algo más espectacular si cabe es que ha conseguido 53 dobles-dobles consecutivos. Sí, 53, porque contra los Warriors se truncó su racha al completar el encuentro con 12 puntos y 6 rebotes. Hasta ese día, estamos hablando de un ala-pívot que ha conseguido anotar diez puntos o más y capturar diez rebotes o más 53 noches seguidas. Para que nos hagamos a la idea, Love batió el récord de Moses Malone (uno de los 50 mejores jugadores de la historia de la NBA, MVP de la final de 1983 con los 76ers, ganador de un anillo). Estamos hablando sólo de datos, vale, pero ya sirven de mucha para hacerse a la idea de cómo está progresando Kevin Love esta temporada.
Con esto no digo que el MVP se lo tengan que dar a Love, porque él lo está haciendo muy bien, pero en uno de los peores equipos de la liga (17 victorias-54 derrotas hasta el momento) y no ha conseguido mejorar a los Timberwolves. Si algo se le pide a un gran jugador es que ejerza una importancia brutal sobre sus compañeros, hasta el punto de convertirse en la referencia y ganar partidos y partidos. Love no está a la altura de Bryant, Wade, Durant y compañía, pero que nadie se extrañe si en unos años forma junto a un auténtico 'jugón' exterior una de las duplas más interesantes de la competición y con más opciones de ganar un anillo. Y más viendo la progresión de Love y, por qué negarlo, sus números: consiguió 31 puntos y 31 rebotes en el Madison Square Garden. 31 rebotes, récord de la franquicia. Sólo le superan un tal Barkley (que capturó 33 rebotes en un partido durante el 96) y Moses Malone, el único capaz de hacer un 30-30.
Vamos, que Love es una bestia...sí... pero emergente. No se ha confirmado en la NBA, o al menos no ha tocado techo. Y mide 2'08, no está en los 2,15 de Pau y Bynum, por ejemplo.

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